Libro La Tierra y sus minerales

El abuelo le contó que en su sabidur a el rbol le dice: —La tierra que pisas es sagrada y guarda en su interior el sueño de los m s jóvenes que son el futuro de la comunidad. Luego de un tiempo el abuelo enfermó y ya no pudo levantarse m s para ir a hablar con el gran rbol, pero en su lugar Santiago iba todos los das a alimentarlo con sus palabras y escucharlo tal como el abuelo lo hac a. Siempre se quedaba pensando en qu significaran esas palabras: “La tierra guarda en su interior el sueño de los m s jóvenes que son el futuro de la comunidad”. El tiempo de su abuelo llegó a su fin y tuvo que reencontrarse con la tierra que lo vio nacer. Santiago quedó muy triste por su partida, pero antes de despedirse, le hizo una promesa: proteger a al gran rbol por siempre. Un da, su padre se levantó muy temprano, llevaba en sus hombros un pico y una pala. En su af n de ampliar la construcción de su casa, quiso deshacerse del viejo rbol. Escarbó y escarbó para poder sacarlo desde la raz. Pero, Santiago apareció muy agitado gritando: —¡Nooooo!, ¡no lo hagas, pap !, ¡le hice una promesa a mi abuelo! En ese momento, una luz resplandeciente, que surgió del fondo de la superficie de la tierra, llamó su atención. El gran rbol esLA TIERRA Y SUS MINERALES 46

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