Libro La Tierra y sus minerales

vio que los humanos lo transformaban en hilos y cables para que contaran con electricidad en sus hogares. —¡Incre ble!, y pensar que lo usaba como el colchón de mi cama —dijo el topo. Al da siguiente volvió a espiar a los humanos, ellos estaban utilizando bastante agua para lavar... ¿piedras?, las personas decan que ese concentrado de cobre servira para fabricar piezas electrónicas y el ctricas. —No saba que se poda hacer eso, ¡al fin podr ver a Arequipa en el mundial! —exclamó Enrique. Al tercer d a observó algo inusual, unos enormes sacos a los que las personas llamaban “maxisacos”. —Mi oro se encuentra dentro, por eso los sacos son enormes —pensó el topo. De inmediato, decidió abrir uno y meterse dentro, lo único que observó fue un polvo gris ceo al que las personas llamaban concentrado de molibdeno. Por estar jugando dentro del saco, casi fue trasladado como carga. Un trabajador de la mina se percató de ello y decidió ayudarlo, al encontrarlo temblando decidió regalarle su chullo, pero Enrique miedoso salió disparado. Al anochecer, mientras miraba al Misti, se puso a pensar si realmente val a la pena seLA TIERRA Y SUS MINERALES 52

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