59 FÉLIX Y LA QUCHAMAMA del camino empezó a notar que alguien lo segua, y d ndose la vuelta descubrió una magnfica mujer, ella vesta un p’ullo multicolor, una pollerita azulada y tena unos hermosos ojos de color azul intenso. Todo ello asombró a F lix, quien le preguntó a la dama bruscamente: —¿Qui n eres t ? —Soy la Quchamama —respondió cariñosamente la dama. Mi abuelito me dijo que ella es la madre laguna de Salinas, la que brinda la sal y el borato a los pobladores de todas estas zonas. Enseguida, la Quchamama le dijo al joven: —Mi querido hijo, he escuchado tus dudas acerca de las riquezas que la Pachamama nos da, por eso el d a de hoy quiero invitarte a viajar y conocer los recursos minerales que la madre tierra nos brinda. Para ello te convertir s en un valeroso viento. Entonces, la Quchamama sopló sobre F lix y de pronto l sintió que su cuerpo era ligero, al mirarse descubrió emocionado que era el viento. Explican en mi pueblito que los vientos de Salinas son cambiantes porque tienen el car cter de un hombre que ha visto el mundo. Iniciaron la traves a en el sur, durante el viaje F lix disfrutó de las bellezas naturales, ad-
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2