—¡En la mina pues, seguro est en Cuajone haciendo sus bromas! Inmediatamente, F lix alzó vuelo y como un fuerte remolino llegó a Cuajone, viendo a Auquichu hacer una de sus usuales bromas a los mineros. Cuando el chinchilico se percató de su amigo, fue regañado por la broma pesada que hab a hecho y arrepentido explicó que no pod a evitarlo porque sent a en sus bigotes cuando los minerales estaban cerca, principalmente su favorito, el cobre. Para evitar que Auquichu hiciera m s bromas, F lix decidió viajar al norte lejos de las minas de cobre. La traves a que pasaron fue bastante peligrosa, ya que las temperaturas fr gidas de la cordillera de los Andes hac an retroceder a los viajeros una y otra vez. Finalmente, muy cansados y habiendo cruzado el nevado Huascar n, decidieron aterrizar en el pueblo de La Encañada de Cajamarca. Luego de tan pesado viaje, tomaron una rica siesta y al concluir su sueño fueron a probar los ricos potajes de quinua de ese lugar. Cuando estaban comiendo, Auquichu empezó a notar un cosquilleo en sus bigotes y nuevamente desapareció. F lix, una vez m s, tuvo que buscar a su pequeño amigo y, como en otras ocasiones, pensó que deb a estar cerca de una mina de cobre, grande fue su sorpresa pues al investigar la mina en cuestión, descubrió que era de oro, llamada Yanacocha. En seguida, convertido en una brisa de montaña, alcanzó a Auquichu en su visita a este lugar. LA TIERRA Y SUS MINERALES 62
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