83 SECHURA, TIERRA RICA DE FOSFATOS El mar azul, quien danza sus olas de un lado a otro, estaba admirado por la respuesta de su amigo el sol. Entonces, contestó: —M renme, soy enorme y misterioso, la mayor parte del planeta est conformado por m y mis aguas nutren a la población de ricos peces y de muchos otros recursos que le permiten vivir. De pronto, el sol, sonrojado por la respuesta del mar, miró a la madre tierra, esperando que dijese algo antes que la noche cubrieron con su manto negro a la naturaleza y opacara al sol. La tierra melancólica y triste dijo: —Oh señor sol, yo soy un suelo rico y f rtil, soy el soporte de muchos seres vivos. En mi crecen las plantas y a trav s de ellas contribuyo a dar sabrosos frutos para la humanidad. A lo lejos, se observó como el sol piurano y el mar azul de Sechura murmuraron y luego dijeron en voz alta: “¡Madre tierra eres suelo f rtil no hay duda, has dado frutos durante un tiempo!, pero explcanos ¿por qu cada da te vemos menos verde?”. Ante lo cual la madre tierra se puso triste y prefirió guardar silencio, pues ni ella misma pudo explicar la causa de su problema. Llegó la noche, acompañada de la señora luna tan sabia y solitaria mirando su entorno, el sol ocult ndose, el mar descansando
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