Libro La Tierra y sus minerales

El chiguanco, que era muy curioso, entraba a escondidas a la cocina de los Quispe Flores y se robaba la comidita, escuchó que ellos trabajaban muy duro en un cerro y con esa platita pod an comprar lo que necesitaban para su casita. El chiguanquito comentó todo lo escuchado a su madre: —Mamita quisiera que nosotros tambin trabaj ramos en el cerro. A lo que la mam le respondió: —De ninguna manera querido hijito, nosotros conseguiremos nuestros alimentos sin arriesgar nuestras vidas. Esta respuesta lo dejó muy inquieto. El chiguanquito decidió averiguar por qu su madre dijo que “no arriesgaran sus vidas”, al da siguiente se despertó muy temprano, se metió a la cocina de sus vecinos y escuchó al pap que le dijo en voz baja a su esposa: —Coloca en esa caja las linternas, perforadora, dinamita, mercurio… Espero hallar esas pepitas color del sol. El pap dijo otras cosas m s que el chiguanquito no logró escuchar. En ese momento, el chiguanquito comprendió el mensaje de su madre: —Yo s que la dinamita explota y el mercurio es muy tóxico y las pepitas color del sol son el LA TIERRA Y SUS MINERALES 88

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