Inesperadamente la vizcacha alfa se acercó sigilosa a recoger las ofrendas y misteriosamente comenzaron a dar tantas vueltas alrededor de los visitantes, quienes empezaron a marearse y a sentir temor; de pronto en un abrir y cerrar de ojos se abrió un camino luminoso y poco a poco las vizcachas protectoras fueron desapareciendo una tras otra. De un modo extraño, dejaron un gran diamante a Mike. Con cierto temor y ladrando muy fuerte Mike aceptó el diamante que fusionó con su collar y en su tercer ladrido comenzó a hablar. As fue como la Pachamama se le apareció al joven perro, d ndole todas las riquezas de la ciudad por ser noble y, por pertenecer a la naturaleza, le entregó oro, plata y un poco de cobre refiriendo lo siguiente: —Felicitaciones joven gu a, superaste todas las pruebas que te puse. Entonces, la Pachamama del barro esculpió al que iba a ser el hermano de Mike, a su imagen y semejanza, y le dijo: LA TIERRA Y SUS MINERALES 94
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