99 98 La Tierra y sus minerales El niño respondió: —Mi casa es secreta. Si alguien la descubre, desapareceré. Juanito prometió no contarle a nadie. Como agradecimiento, Pepe le regaló un juguete. Al llegar a casa, su mamá, al ver el objeto, le preguntó asustada: —¿De dónde sacaste ese juguete? —Me lo encontré en el camino —mintió Juanito. La madre, desconcertada, notó que el juguete era de oro. Como eran una familia muy humilde y necesitaban dinero para comer, decidió venderlo en la ciudad. Con el dinero obtenido, pudieron solventar sus necesidades. Juanito volvió en busca de su pequeño amigo, pero no lo encontró. Su mamá le contó que, años antes, su abuelo trabajaba buscando minerales y que respetaba mucho el lugar donde él le había llevado a conocer a Pepe. También le dijo que ese juguete que había traído era como las pepitas de oro que su abuelo solía llevar a casa. Pero un día, su abuelo enfermó de gravedad, y antes de morir, le dijo a ella que él regresaría para ayudarla y que debía respetar a la Tierra que nos brinda el mineral, porque Dios puso esos recursos para ser respetados y ayudar a mucha gente. —Nunca fui a esas montañas —continuó su madre—, pero cuando me llevaste y trajiste ese juguete, recordé lo que me dijo tu abuelo. Al escuchar el relato de su madre, Juanito le confesó: —Mamita, perdón por mentirte. Mi amigo me regaló ese juguete, pero me dijo que si alguien lo descubría, desaparecería para siempre, y eso fue lo que pasó. La mamá, muy afligida, le respondió: —Juanito, tu abuelo lo envió para ayudarnos. Ahora tenemos para comer. Sigamos respetando ese lugar. Y así lo hicieron. Pasó el tiempo, y Juanito creció. Un día, unas personas descubrieron el lugar secreto, llevaron maquinaria y empezaron a trabajar en la extracción del mineral. Juanito, ya mayor, estudió Ingeniería de Minas y trabajó de manera responsable, extrayendo el mineral, y dando empleo y progreso a las personas del pueblo. Comprendió que las palabras de su abuelo eran ciertas: la Tierra brinda sus recursos a quienes la respetan. El pueblo prosperó, y sus habitantes crecieron respetando a la Tierra y sus minerales, bajo el liderazgo de Juanito, quien siempre cuidaba el medio ambiente. El niño de las montañas
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