139 138 La Tierra y sus minerales Lima Hace algún tiempo, en un pueblo muy lejano llamado Tiña, vivía un hombre llamado Óscar. Óscar era un poblador risueño y solidario. Le encantaban las plantas y era muy conocido por amar a su pueblo, aunque este fuera pobre y con muchas necesidades. Un día, Óscar salió a regar las plantas de su jardín. Al llegar, se dio cuenta de que estaban casi secas y maltratadas, por lo que decidió buscar ayuda. Recordó entonces que su amigo Edson era agricultor, y pensó que podría ayudarle a que su jardín volviera a ser tan hermoso como antes. Edson La riqueza de un corazón Saíd Vicente Silva Quispe Institución Educativa Parroquial San Martincito de Porres acudió con rapidez a su llamado y le recomendó que renovará el suelo de su jardín y le agregará fertilizantes. Óscar no dudó ni un segundo. Cogió un pico y una pala, y se puso a trabajar en su jardín. Mientras cavaba, sintió algo duro que le impedía continuar. Lleno de curiosidad, se acercó más para averiguar qué era. Grande fue su sorpresa al descubrir una enorme roca dorada, tan brillante que resplandecía como el sol. Presuroso, Óscar sacó la roca del hoyo y la llevó a su amigo para confirmar sus sospechas. Edson le dijo que la roca que había encontrado era oro, y que, si hallaba más, podría convertirse en millonario. Ambos amigos se pusieron a buscar más en el jardín y, en efecto, encontraron más oro, además de cobre. El cobre era un mineral que aportaba nutrientes a las plantas. Como a Óscar no le interesaba convertirse en millonario, y solo quería tener un hermoso jardín, decidió compartir su riqueza con sus queridos amigos de Tiña. Siempre había soñado con que Tiña se convirtiera en un pueblo con veredas, pistas bien construidas, escuelas hermosas para los niños, y, sobre todo, un paisaje espléndido. Ahora, gracias al gran corazón de Óscar, ese sueño se haría realidad. La riqueza de un corazón
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2