169 168 La Tierra y sus minerales Un día, el chanchero se llevó a Ana muy temprano. Al ver que no regresaba, Camilo, preocupado, decidió buscarla. Saltó por una ventana y corrió sin parar por los cerros. De pronto, cayó en un hueco que resultó ser la entrada de una mina. En su interior, encontró oro. Lleno de emoción, empezó a sacar todo lo que pudo con sus manos. Con la esperanza de encontrar a Ana, regresó a la casa del chanchero, pero nadie le dio respuestas sobre su hermana, quien había desaparecido hacía varios días. Cada noche, mientras el chanchero dormía, Camilo volvía a la mina y sacaba oro en secreto durante meses. El hombre no notaba su ausencia nocturna. Cuando Camilo reunió una buena cantidad de oro, decidió huir. Viajó por distintos lugares en busca de su hermana, pero no tuvo éxito. Finalmente, regresó a la casa de sus tíos, quienes lo recibieron con gran alegría. Camilo les contó todo lo que había vivido, incluyendo la desaparición de Ana y el hallazgo de la mina. El chanchero fue capturado por la policía y encarcelado para que no lastimara a nadie más. Como Camilo aún era menor de edad, sus tíos administraron el dinero del oro, invirtiendo en un pequeño negocio. Intentaron encontrar la mina, pero nunca dieron con su ubicación. Con los años, Camilo cumplió dieciocho y se hizo cargo de las ventas del negocio. Había acumulado una fortuna y compró varios terrenos, que alquilaba para seguir invirtiendo en nuevos proyectos. Viajó por todo el país y luego al exterior, en uno de esos viajes al extranjero, encontró a su hermana en España. Se abrazaron emocionados y juntos volvieron a su terruño. Camilo, agradecido por todo lo que había logrado, mandó construir una universidad para que los jóvenes pudieran estudiar y perseguir sus sueños. El pueblo, que antes era pobre, se transformó en un lugar moderno gracias al oro que Camilo había sacado de la mina, y que había cambiado no solo su futuro, sino también el de toda su comunidad. Camilo y la mina de oro
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