183 182 La Tierra y sus minerales Arequipa En una comunidad llamada Yanahuara, ubicada en las alturas de la sierra peruana, vivía un niño llamado Puriq, cuyo nombre significa en español “niño caminante”. Su madre, Killa, que en español significa “luna”, estaba muy enferma, y esto llenaba de tristeza el corazón de Puriq. Cada mañana, Puriq salía a pastorear sus llamas y ovejas. Un día, mientras recordaba el sufrimiento de su madre, comenzó a llorar, deseando poder aliviarla. De pronto, se le apareció un anciano andrajoso y hambriento, que le pidió un poco de comida. Puriq, con bondad, le ofreció un poco de cancha y queso, diciendo: Puriq y el anciano Thiago Gael Pinares Palomino Institución Educativa N° 40165 San Juan Bautista de La Salle —Es lo único que tengo. El anciano, al notar la tristeza del niño, sacó de su chuspa una pequeña piedra preciosa y le dijo que emprendiera un viaje a la mina Polobaya, donde encontraría más piedras como esa, con las que podría curar a su madre. El anciano le deseó buena suerte y desapareció. Puriq se preguntaba cómo podría llegar a ese lugar. ¿Quién podría ayudarlo? De pronto, recordó que en su comunidad vivía un chamán llamado Antay, cuyo nombre en español significa “cobre”. Decidido, fue a buscarlo. Al llegar a la puerta de una vieja choza, Puriq tocó con miedo. Una voz ronca preguntó desde adentro: —¿Quién es? —Soy Puriq, hijo de Killa. He venido a preguntarte dónde queda la mina Polobaya. Allí encontraré más de estas piedras preciosas, como me indicó un anciano —le respondió el niño. Puriq y el anciano
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