199 18 La Tierra y sus minerales Arequipa Institución Educativa N° 40038 Jorge Basadre Grohmann Antay, el hijo del Misti Hace mucho tiempo, en la ciudad de Arequipa, todo era felicidad y prosperidad. Los chacareros de aquellos años se dedicaban a cultivar sus tierras y criar animales. Sin embargo, un día el Misti erupcionó de repente, quemando todos los cultivos con su lava, y las pocas casas que se salvaron se cayeron por los temblores causados por la erupción. La ciudad quedó casi destruida, y sus pobladores estaban asustados y tristes ante la ira del Misti. Al darse cuenta de lo sucedido, el Misti se sintió mal. Oculto entre la nieve y las nubes, no sabía cómo remediar el daño que había causado a sus amados pobladores. Antay, el hijo del Misti Fabiana Sofía Alvarado Villanueva Hasta que, un día, se le ocurrió enviar a su hijo Antay para que ayudara a los chacareros a reconstruir la ciudad y así remediar el daño causado. Antay bajó a la ciudad y, al encontrarse con un grupo de chacareros, les dijo: —Soy Antay, y mi padre, el Misti, me ha enviado para ayudarlos a reconstruir la ciudad. Algunos pobladores, aún molestos, lo abuchearon y le lanzaron tomates al pobre Antay. —Tu padre fue quien causó esto —exclamaron los pobladores—, nos dejó sin casas, sin cultivos y sin animales.
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