237 236 La Tierra y sus minerales Arequipa Había una vez un anciano llamado Juan que tenía dos hijos, Pedro y Carlos. A cada uno decidió regalarle tres planetas y entregarle unas semillas. Les dijo: —Hijos míos, les entrego tres planetas y unas semillas a cada uno. Después de un año, al que me entregue los mejores frutos, le daré un gran premio. Así, los hijos se llevaron sus regalos y comenzaron a pensar en cómo obtener los frutos que su padre les había pedido. En el primer planeta había sol y arena. En el segundo, solo minerales. En el tercero, agua. El gran premio Claudia Rosangela Galdos Huanca Institución Educativa Nuestra Señora de Lourdes Pedro decidió sembrar semillas de manzana en el primer planeta y se dedicó a cuidarlas, esperando poder cultivar manzanas. Sin embargo, se dio cuenta de que las semillas no crecían lo suficiente solo con el sol; necesitaban un componente muy importante para crecer: agua. Entonces decidió llevar agua desde su tercer planeta al planeta donde había sembrado las semillas de manzana. Todos los días se levantaba temprano para regar las plantas y verlas crecer. Aunque las plantas comenzaron a crecer, Pedro notó que lo hacían de forma muy lenta. Mientras tanto, Carlos también pensaba en cómo obtener buenos frutos con las semillas que le había dado su padre. Decidió sembrarlas en macetas. Como Pedro, se levantaba temprano, y llevó las macetas primero al planeta El gran premio
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