Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

Los minerales de la Tierra que cambiaron la vida de una comunidad 269 268 La Tierra y sus minerales Raúl asistía a clases con dos cuadernos que usaba todo el año y llevaba una mochila un poco vieja. A pesar de sus carencias, era muy atento en las clases del profesor. Solo conocía los televisores y vehículos a través de las fotografías de los textos escolares. En casa, su papá tenía una pequeña radio a pilas, que era su única conexión con el mundo exterior. Un día, casi al finalizar el año, un vecino de la comunidad se enfermó de gravedad y tuvieron que llevarlo al centro de salud que estaba en Tapayrihua. Como no existía carretera, lo transportaron en una chaclla, una especie de camilla hecha con madera y frazadas, que era cargada por dos personas. Raúl presenció la escena y se sintió muy triste al ver que en su pueblo cualquiera se pudiera morir por falta de vías de comunicación. La gente de Layme era noble y trabajadora. Realizaban minkas para arreglar los caminos y limpiar las acequias. Eran faenas comunales para alcanzar el bien común, pero el progreso parecía inalcanzable en esa remota comunidad. La Municipalidad de Tapayrihua no tenía suficientes recursos para realizar obras ni generar empleo. A los 10 años, Raúl bajó por primera vez a la capital del distrito. Para él fue una experiencia emocionante ver un carro y una televisión en blanco y negro. A los 13 años, cuando concluyó la primaria, sintió que, a pesar de los años de trabajo de sus padres, la situación familiar y la pobreza en Layme no mejoraban. Como todos los estudiantes que terminaban la primaria, debía continuar sus estudios secundarios, desplazándose a diario hasta Tapayrihua, donde se encontraba el único colegio. En una comunidad vecina llamada Choccemarca, los comuneros hablaban de la posibilidad de que sus tierras tuvieran minerales. Decidieron invitar a una empresa minera para que realizara exploraciones. Decían que sus terrenos tenían riquezas y había esperanza de progreso para los tapayrihuinos. Después de dos años de exploración, la empresa minera Southern Perú comunicó que esas tierras eran ricas en cobre. Las comunidades de Tapayrihua, Choccemarca y Layme se alegraron y decidieron permitir que la empresa continuara con la exploración y explotación de los minerales, esperando que esto generara trabajo y bienestar para la gente.

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