279 278 La Tierra y sus minerales La Libertad Había una vez, en la Ciudad del Monte, una familia llamada Ríos. Eran muy humildes y considerados. Un día, el padre recibió una llamada: el representante de la mina de Pataz le ofrecía un trabajo. El hombre se alegró, pues así podría ayudar con la enfermedad de su esposa y brindar a su hija una mejor calidad de vida. Sin embargo, sentado en su La familia Ríos y los minerales Luciana Georgeth López Santillán Institución Educativa Particular Aiapaec silla, estaba triste y desconsolado, esperando a su esposa. Cuando ella llegó, le preguntó: —Querido esposo, ¿qué te pasa? —Estaré lejos de ustedes, querida —le respondió él. Ella comenzó a llorar sin saber qué hacer. Su esposo le dijo: —Querida, deja de llorar, sabes que tengo que viajar. Luego, se fue a alistar sus cosas en la maleta, esperando a que llegara su hija Luciana para darle la noticia y despedirse. Pasaron horas hasta que la niña, por fin, llegó a casa muy feliz. Sin embargo, notó que sus padres estaban sentados y que su madre lloraba. Luciana, curiosa, les preguntó: —¿Qué les pasa, queridos papitos? La familia Ríos y los minerales
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