Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

283 282 La Tierra y sus minerales minerales. Esperó al dueño, quien finalmente apareció. Lo saludó y Ríos le dijo: —¡Quiero vender esto! Luego, sacó una bolsa con bronce. El comprador, sorprendido, exclamó: —¡Esto es ilegal! Solo te daré este dinero y no lo que me pides. Ríos cogió el dinero y se fue a casa. Al llegar, tocó la puerta. Su esposa, al escuchar el llamado, preguntó: —¿Quién es? Él le respondió: —Soy yo, esposa, abre. Entonces ella abrió la puerta con mucha alegría, le dio un abrazo y le preguntó: —¿Qué haces aquí, querido esposo? ¿No estabas trabajando? Él le explicó todo lo que había pasado. Su hija, al escuchar su voz, salió corriendo de su cuarto y lo abrazó diciendo: —Has vuelto, querido papito. Ella lloraba de emoción y, con lágrimas en los ojos, le dijo: —No te vayas nunca más. Su papá le respondió: —¡Jamás volveré a dejarlas! Ahora tenemos la oportunidad de ser felices y construir una vida bonita como la familia que somos. Por eso, debemos seguir adelante y aprovechar las oportunidades. En la mina, encontré bronce y ahora tenemos dinero para tener una mejor vida y estar unidos. Pero, sobre todo, debemos dar gracias a Dios y valorar el esfuerzo que hice por querer buscar algo valioso que nos ayudará a tener una existencia digna. Esa fue mi motivación: darle lo mejor a mi familia. Colorín colorado, este cuento se ha terminado. La familia Ríos y los minerales

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