295 294 La Tierra y sus minerales Huánuco Don Julián y doña Gertrudis, junto a sus cinco hijos, eran una de las familias que vivían en uno de los pueblos del distrito de Ticlayacán. Debido a su avanzada edad, se dedicaban a la crianza de animales, lo cual era el sustento principal de su hogar. El pueblo, llamado Pucurhuay, era bastante pequeño. Años atrás, había sido un lugar de gran producción, donde la gente vivía tranquila y sin muchas preocupaciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, los hijos de don Julián comenzaron a presentar ciertos Desplazados por la muerte Josué César León Yurivilca Colegio Privado Hessen Schule malestares, como fuertes dolores de cabeza. El menor de ellos, en particular, empezó a perder peso de forma considerable. Pero doña Gertrudis, un poco descuidada con la salud de sus hijos, no tomó las medidas necesarias a tiempo. Con el transcurso de los meses, el niño empeoró, presentando también deterioro mental y, en ocasiones, convulsiones. Esta situación angustió profundamente a toda la familia de don Julián. Una noche, las convulsiones del pequeño se intensificaron tanto que su frágil cuerpo parecía quebrarse. Entre el llanto de sus hermanos mayores, lo llevaron a la posta más cercana. El pequeño, de tan solo seis años, se llamaba Juanito. Por desgracia, no soportó el deterioro de sus órganos y falleció en los brazos de la amable y joven enfermera. El dolor de los padres era indescriptible, pues se sentían culpables por no haber atendido a tiempo al niño. Llorosos, regresaron a su pueblo para darle santa sepultura en el cementerio general. Pero el dolor de la familia no cesaba, especialmente porque los demás niños también empezaron a bajar de peso. Desplazados por la muerte
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