321 320 La Tierra y sus minerales Moquegua Había una vez, en lo profundo de la Tierra, una mina mágica donde los minerales se reunían cada año para celebrar a lo grande el aniversario del planeta. Un año, solo pudieron asistir el Oro, el Cuarzo, el Cobre, la Magnetita, el Talco y el Azufre, porque los demás se habían contagiado de una especie de COVID-19 o influenza mineral. El Oro, un mineral noble, tenía aires de superioridad. Siempre creía ser el más importante y presumía de su brillo dorado. El Cuarzo, en cambio, era un mineral espiritual, protector y calmado. El Cobre era trabajador y muy servicial, contagiaba su chispa a donde iba. La Magnetita poseía un gran poder magnético, pero a veces era muy vanidosa. El Talco, alegre, pero La fiesta de los minerales Leonardo Daniel Peralta Vásquez Institución Educativa Particular San Luis nervioso, se desmoronaba ante los problemas. Finalmente, el Azufre, aunque oloroso, era bonachón y servicial, aunque si no se bañaba... olía fatal. El día de la fiesta, los minerales se reunieron en la mina con mucha emoción. El Oro estaba insoportable, presumiendo su brillo, mientras la Magnetita intentaba impresionar a todos con su magnetismo irresistible. El Cuarzo abrazaba a todos, el Talco estaba muy emocionado, el Cobre contagiaba su buen ánimo, y el Azufre, con su peculiar aroma, alegraba el ambiente. La fiesta estaba tan animada que los duendes de las profundidades se pusieron a bailar, provocando un terremoto que dejó a los minerales atrapados bajo las rocas. El Oro, la Magnetita y el Talco se asustaron, mientras que el Cuarzo, el Cobre y el Azufre mantenían la calma. La fiesta de los minerales
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