Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

329 328 La Tierra y sus minerales Puno Hace muchos años, las personas que vivían en las alturas cuidaban sus alpacas y llamas como única fuente de ingresos. Su carne y lana las llevaban a las zonas donde cultivaban sus chacras, cargadas en llamas, para intercambiarlas por papa, cebada, quinua, cañihua y otros alimentos. Sin embargo, vendían muy poco, apenas lo suficiente para cubrir sus gastos y la educación de sus hijos. El orito y la familia alpaquera Nayeli Abigail Mara Mamani Institución Educativa Privada Internacional Nuevo Horizonte En esos tiempos, la educación no era muy valorada. Solo los niños varones podían asistir a la escuela, mientras que las niñas apenas lo hacían, pues se decía: “¿Para qué, si solo son mujeres?”. Para llegar a la escuela, debían caminar largas distancias, saliendo de sus casas muy temprano, cargando su fiambre y sus cuadernos, sin bicicletas, motos ni carros. La gente vivía de manera muy humilde. Aquellos que no tenían alpacas, o poseían muy pocas, se dedicaban a buscar orito en los ríos, recordando que sus antepasados decían que los españoles habían trabajado en esos ríos para extraer oro. Para buscar oro, utilizaban yute, paja y piedras, preparando una especie de cama larga y angosta en los ríos, a la que llamaban “caño”. Para recoger la arena, trabajaban arduamente con barreta, pala, pico y rastrillo, mientras el agua arrastraba la arena acumulada. Pisaban y movían la pala con fuerza, seleccionando las piedras con el rastrillo. Después de hacer correr toda la El orito y la familia alpaquera

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