335 334 La Tierra y sus minerales Puno En las tierras de la provincia de Carabaya, distrito de Macusani, los habitantes de ese pueblo luchaban contra la naturaleza hostil, soportando temperaturas extremadamente bajas. Entre ellos vivía una joven pareja que, como muchas otras familias, buscaba la manera de sobrevivir. La Pachamama no era fértil, a pesar de las ofrendas y sacrificios que le ofrecían. El hijo perdido que nos dio abundancia Yordy Aldair Gutiérrez Galarza Institución Educativa Privada Internacional Nuevo Horizonte Pancho y Juana, los protagonistas de esta historia, se dedicaban al pastoreo y, con lo poco que tenían, vivían felices junto a sus tres hijos: Plácido, Ezequiel y Oracio. Siempre pedían con fe a la Pachamama y a los apus que les dieran abundancia, mientras sus hijos llevaban el ganado a pastar todos los días. Un día, cayó una fuerte nevada. El suelo se cubrió de blanco y una densa neblina envolvió el paisaje. Los hijos de Pancho, desorientados por la niebla, empezaron a correr sin rumbo. Presos del miedo y el frío, encontraron refugio en una cueva, de la cual nunca más salieron. Pancho y Juana lloraban desconsoladamente en casa, orando de rodillas al apu Oquepuyño para que protegiera y diera refugio a sus hijos. Sin embargo, estos nunca regresaron. Desesperada, Juana acudió al sabio de la comunidad para preguntar por qué y dónde estaban sus hijos. A El hijo perdido que nos dio abundancia
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