33 32 La Tierra y sus minerales Junín Había una vez un niño como yo, muy curioso. Todo el tiempo preguntaba: “¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?”. Quería entender y descubrir el porqué de todo: cómo se forman las nubes, de qué están hechas, de dónde vienen y a dónde van las aguas del río, de dónde vienen los niños, por qué los aviones vuelan, por qué las aves vuelan, por qué las estrellas brillan, qué hace que los carros se desplacen, por qué las moscas vuelan. Miraba algo extraño y se preguntaba: “¿Por qué?”. Siempre estaba lleno de preguntas, y todos El niño preguntón Josué Caleb Morán Chile Institución Educativa N° 31540 “Santa Isabel” lo conocían como el niño preguntón. Todas sus respuestas eran conseguidas a veces con tan solo preguntar a los mayores, y se ponía contento con las respuestas que lograba, otras veces buscaba en un libro, otras experimentaba y otras las obtenía observando un video. Cierto día, mientras almorzaba y masticaba su comida, se preguntó: “¿Por qué la comida está tan rica? ¿Qué ha hecho mamá para que esté tan deliciosa?”. Quería preguntarle, pero tenía la boca llena y la cuchara entre los dientes. De repente, mordió tan fuerte, pensando que era la carne, y escuchó un ruido en su boca: crack, crack, crack, y sintió un dolor. Al escupir la comida, se dio cuenta de que había mordido un diente. De inmediato, se preguntó: “¿Por qué la cuchara es tan dura? ¿De qué está hecha?”. Olvidó el dolor y la comida, y le consultó a su mamá. Ella le respondió que la cuchara era de metal, y por eso era dura. Así comenzaron las aventuras de Josué, todo por un “¿por qué?” y por un diente roto. A partir de ahí, surgieron muchas más preguntas. Josué se lavó la boca y volvió a preguntarle a su madre: “¿De dónde vienen los metales? ¿Quién los El niño preguntón
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