Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

361 360 La Tierra y sus minerales Arequipa Una noche, mientras daba vueltas en mi cama, sin querer abrí la cortina y vi a dos seres pequeños que parecían duendes hablando entre ellos. La curiosidad me invadió y decidí seguirlos. Se dirigieron a la chacra y entraron en una cueva. Allí había una fiesta, y en la puerta estaba un ser que brillaba tanto que me cegaba los ojos. Los pequeños seres, que sí eran duendes, entraron saludando. Yo también quería entrar, así que me escabullí entre las piedras. Cuando logré entrar, vi a seres bailando y, en una mesa, a los duendes sentados en sillas pequeñas, con un letrero que decía: “Jurado”. Me pregunté: “¿Jurado de qué?”. Concurso de los minerales Duncan Santiago Herrera Tipula Institución Educativa Claret En ese momento, subió al escenario un ser plateado, con destellos y una vincha roja en la cabeza. Empezó a hablar y dijo: “Damos la bienvenida al Concurso de Minerales”. Entonces entendí por qué había un jurado. Sentí curiosidad y me senté a ver qué sucedía. Llamaron al primer participante: el Cobre. Salió un pequeñín de pelo rojizo, sonreía bastante y todos lo aplaudían. Empezaron a describirlo: resistente, flexible y de color atractivo. Los duendes levantaron su puntaje: un 7.5. Enseguida llamaron a otro mineral: el Grafito. Salió un delgado y estilizado personaje de color oscuro; me dio un poco de miedo. Cuando lo describieron, dijeron: “Es suave y buen conductor de electricidad”. Pensé: “¿Será eléctrico?”. Pero el jurado solo le dio 6 puntos. Concurso de los minerales

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