Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

397 396 La Tierra y sus minerales Arequipa En tiempos antiguos, los pobladores eran viajeros que recorrían largos caminos durante muchos días para realizar intercambios comerciales. Canjeaban sus productos por otros para garantizar la alimentación de sus familias. Un día, un grupo de viajeros, con sus llamas, llegó desde el lejano Santo Tomás, ubicado en Chumbivilcas, hasta Tapay. Traían chuño, charqui y otros productos que deseaban canjear por frutas como tunas, peras, membrillos, pacayes y duraznos. El sueño de un viajero Herber Máximo Calachua Quico Institución Educativa N° 40570 Los visitantes decidieron pasar la noche en una “phasqana cancha”, un lugar de descanso para viajeros, también conocido como “tambo”, en Chacapampa, en las alturas de Tapay. Uno de los visitantes, cansado por la larga caminata del día, se quedó profundamente dormido. Justo a la medianoche, tuvo un sueño muy extraño e impactante que quedó grabado en su memoria. Apenas amaneció, lo contó de inmediato a sus compañeros de viaje. El viajero relató su sueño así: —Hermanos, anoche tuve un sueño muy raro que me dejó aterrado. Unos gringos bajaban de este cerro alto y se acercaban a donde estábamos durmiendo. Traían piedras hermosas y brillantes, de oro y plata, que nos regalaron. Las recibimos con cierto miedo. Esos gringos eran muy altos, rubios, de ojos azules, piel blanca y rostros resplandecientes. En mi sueño, me quedé maravillado y, a la vez, asustado, tanto que casi se convierte en pesadilla. Al escuchar el relato, los viajeros, chumbivilcanos con experiencia en minería, interpretaron de El sueño de un viajero

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