Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

59 58 La Tierra y sus minerales El niño quedó tan maravillado que pensó: “¡Oh, entonces la vida está hecha de minerales y yo no lo sabía! Nuestro planeta debería llamarse Planeta Mineral”. Cerró sus ojitos y se preguntó: “¿Cómo sería un mundo sin minerales? No tendríamos computadoras, ni tablets, ni casas, ni edificios donde estudiar”. También reflexionó sobre cómo se extraen los minerales. Así, el niño soñaba despierto, fascinado con la clase sobre minerales. Se imaginó siendo un superhéroe de los minerales. Pero llegó la hora de irse a casa, y cuando estaba cerca de su hogar, de repente vio a lo lejos una mina. Vivía en la sierra, pero nunca se había dado cuenta de lo que eran los minerales; pensaba que era solo un cerro viejo. Entonces recordó que su tío trabajaba en la mina y le había contado que extraían oro, plata, cobre, diamantes, esmeraldas, entre otros minerales. Mientras recordaba esto, ¡oh!, tropezó con una piedra y se cayó. Se levantó, recogió la piedra con la que se había tropezado y recordó que esa piedrita también era parte de los minerales. Entonces pensó: “Hasta una piedra rocosa contiene minerales”. Llegó a su casa feliz porque había aprendido sobre los colores, la fuerza, y el tamaño de los minerales, y entendió lo importantes que son en nuestras vidas. De inmediato, pensó: “Cuando sea grande, seré un ingeniero de minas”. El niño que aprendió sobre los minerales

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