Libro La Tierra y sus minerales | Segunda edición

83 82 La Tierra y sus minerales Esperanza, quien cursaba el cuarto año de secundaria, se había informado sobre la enfermedad de su hermano y cómo actuar ante ella. Sabía que las cosas no serían fáciles, pero dialogó con sus padres y los convenció de transformar el patio trasero de su casa, un terreno grande, en un huerto donde podrían sembrar verduras. Esperanza había leído que el consumo de verduras, ricas en minerales, ayudaría a su hermanito. También convenció a sus padres de poner una granja de aves de corral para tener gallinas ponedoras y que Benjamín pudiera consumir los huevos, que contenían gran cantidad de minerales, justo lo que él necesitaba. Además, planificaron un calendario semanal en el que Benjamín consumiría carne de pescado, para lo cual viajarían dos veces por semana al puerto más cercano de Apurímac. Esperanza, con mucha fe en Dios, siempre pedía en sus oraciones por la recuperación de su hermano, junto con toda su familia. A raíz de esta situación, encontró mucha información sobre los minerales y las rocas, y se dio cuenta de lo importantes que son para las personas, aunque a menudo no les prestamos la atención que merecen. Empezó a observar el mundo con otra mirada. Un día, cuando estaba en la calle, vio una manifestación de mineros que reclamaban al Gobierno por su trabajo. Ella no podía comprender lo que exigían estas personas. Sus demandas le parecían innecesarias. Cualquiera podía comprender la importancia de la minería. Entonces Esperanza pensó: “¿Por qué reclaman?” Luego, se interesó cada día más en la minería. ¿Dónde se ubican las minas?, ¿cómo se trabaja en ellas? y ¿cuáles son sus ventajas y desventajas? fueron algunas de sus interrogantes. Con el paso de los días, las semanas y los meses, y gracias a los cuidados de su familia, Benjamín fue mejorando de forma lenta. Visitaba el hospital con su madre y le realizaban exámenes médicos de manera periódica. Mientras tanto, Esperanza seguía mostrando interés por la minería y descubrió que la naturaleza es el centro de su desarrollo. Su espacio favorito en la casa era el patio trasero, donde estaban sus parcelas y su granja. Benjamín

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