Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú

Hace unos días el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció la ampliación del proyecto cuprífero Toromocho de la empresa Chinalco, que contempla una inversión de más de 1,350 millones de dólares. E indicó que esta inversión, que concluirá en el 2020, no solo impulsará nuestra economía, sino también generará ingresos que ayudarán a atender temas primordiales en la agenda del país como educación, salud y saneamiento.

Lo señalado nos llena de optimismo y refleja la confianza de los inversionistas chinos en el Perú. Como se sabe China no solo es el principal comprador de minerales del país, sino también un gran socio estratégico. La relación del Perú con este gigante asiático lleva más de 160 años y en la última década cobró mayor relevancia.

Según el Ministerio de Energía y Minas (MEM), actualmente más del 20% de inversión minera en el Perú pertenecen a capitales chinos (USD 11,700 millones), cifra mayor a las inversiones de países como Canadá o Estados Unidos, que en años anteriores tenían más presencia en nuestro territorio.

Los empresarios chinos en nuestro país no solo han desarrollado megaproyectos como Las Bambas (Apurímac) y Toromocho (Junín), sino también alistan importantes proyectos como Pampa de Pongo (Arequipa), Río Blanco (Piura), Marcona (Ica) y Galeno (Cajamarca), que se pondrán en marcha en los próximos años.

Otro hecho importante que hay que resaltar y que saludamos, es el anuncio de que el gobierno peruano, a través del MEM, se ha trazado el objetivo de alcanzar el 100% de cobertura de electrificación rural al 2021. Esta es una de las tareas pendientes que tenemos como país y consideramos que forma parte de la labor social real que urge para lograr la igualdad en el país.

Finalmente, pese a que se informa que la desaceleración económica del 2017 habría provocado la reducción de la clase media en 15 regiones del Perú, creemos que este año nos irá mejor con el apoyo del sector minero, que impulsó nuestro crecimiento con la entrada de producción de proyectos como Toromocho y Constancia, así como Las Bambas y la Ampliación de Cerro Verde, en el 2015 y 2016 respectivamente.