Conversamos con Mariana Abugattás, gerente de Asuntos Gubernamentales y Sostenibilidad en Anglo American y miembro del comité organizador de PERUMIN 35, quien nos compartió sus expectativas sobre dicho evento minero, que se realizará del 26 al 30 de setiembre en Arequipa, y algunas novedades sobre el proyecto Quellaveco, el cual se encuentra en la recta final de construcción, muy cerca de iniciar operaciones.

¿Qué expectativas tiene sobre la realización de PERUMIN?

Bueno, realmente estamos todos muy emocionados. Primero de poder hacerlo de manera presencial después de tanto tiempo. Arequipa es una ciudad que siempre nos recibe muy bien y realmente las expectativas son poder conversar sobre todos estos temas complejos que están sucediendo en torno a la minería, como comentaba Claudia Cooper. Y segundo, porque vamos a intercambiar experiencias con otros países, ver cómo hacer frente a los desafíos que tenemos como país, y cómo ser parte de la solución en este cierre de brechas que tanto se necesita.

En este último año, se ha visto que la conflictividad social vinculada a los proyectos y operaciones mineras ha aumentado. ¿Qué reflexión tiene al respecto?

No se puede desconocer que existen brechas en el acceso a infraestructura y servicios públicos, entre otros problemas estructurales que tiene el país. El sector minero viene contribuyendo a este cierre de brechas, pero sin duda es necesario visibilizar dichas contribuciones, así como fortalecer las coordinaciones a todos lo niveles del Estado y sociedad civil.

En Moquegua, por ejemplo, venimos trabajando, con distintos actores, una iniciativa llamada Moquegua Crece, un programa que busca identificar potencialidades de la región, maximizarlas y desarrollarlas, para generar empleo, mejorar ingresos de las personas y contar con una mayor previsión de servicios e infraestructura pública. 

Uno de los temas más recurrentes es la falta de ejecución del presupuesto de la inversión pública, ¿qué alternativas se pueden plantear o se están planteando desde el sector minero para mejorar esto?

Bueno, ahí las empresas mineras también entramos a tallar y creo que no basta solamente con decir que estamos pagando impuestos. Hay formas interesantes de trabajar de la mano con las autoridades para ver, por ejemplo, lo que estamos haciendo en Quellaveco. Se está trabajando de la mano con el Colegio de Ingenieros de Moquegua para poder ayudar a los municipios de toda la región a elaborar expedientes técnicos sólidos, buenos, con ingenieros moqueguanos, para que estos proyectos públicos puedan finalmente ver la luz y mejorar la vida de las personas en Moquegua.

También, con temas de servicio de asistencia técnica, para poder ayudar a destrabar algunos de los expedientes que están observados o que tienen algún problema, ya sea a nivel nacional o en la zona local, para que puedan absolverlas o levantarlas, para que finalmente los proyectos lleguen a ejecutarse.

Asimismo, ver cómo podemos ayudar a las autoridades a capacitarse más, para poder tener mayor información del uso de los recursos, cuáles son los procesos a seguir. Hay distintas formas de hacerlo, a través de obras por impuestos, entre otros. Hay distintas formas de poder ejecutar de manera más rápida proyectos que beneficien a la población.

¿Qué novedades existen sobre Quellaveco, el proyecto minero más grande y moderno que tiene el país a la fecha?

Estamos todavía en la recta final de la construcción, coordinando con el Estado los permisos que son necesarios para que podamos iniciar operaciones. Estamos avanzando a buen ritmo.

¿Se tiene previsto la fecha del primer embarque de cobre?

No, Todavía no hay fecha definida. Se están coordinando con el Estado los últimos permisos necesarios.

¿Están en la etapa de preminado?

Sí, preminado, y se están haciendo las pruebas de comisionamiento de algunos componentes que ya están siendo terminados.

¿Qué desafíos tiene Quellaveco en el tema social? Específicamente en la zona de Moquegua, en la zona sur del país.

Yo creo que ahora lo que viene es ver la sostenibilidad de nuestra relación con Moquegua y seguir reimaginando cosas para para continuar trabajando con la población, con las autoridades. Por ejemplo, ver cómo promocionar la potencialidad que tiene el territorio de Moquegua. Empezar a ver a Moquegua en su verdadero potencial, que no es solamente el minero, y ese es el tipo de cosas que estamos trabajando a través de Moquegua Crece, junto con el gobernador regional, el IFC, Mitsubishi, y otros socios estratégicos como Engie.

Lo que se está viendo en grupo es poder analizar toda la capacidad y potencial que tiene Moquegua, no mirando la minería como eje de desarrollo, sino también la energía solar, temas de hidrógeno y actividades económicas diferentes, que de repente, no están siendo vistas como algo que tiene mucho potencial pero sí lo tiene.

¿Qué ejemplos de ello podría dar al respecto?

En Ilo, por ejemplo, hemos visto un proyecto para el cultivo de algas marinas con alto potencial, y con un mercado en crecimiento. En la parte alta, se está viendo proyecto para el cultivo de cushuro, otra especie de alga, con un alto nivel alimenticio y crece a más de 3000 m de altura. Las condiciones son perfectas, pues también tienen un valor alimenticio altísimo y un mercado que busca alimentos así. De esta forma vamos detectando diferentes actividades económicas que no necesariamente dependen de la minería, que van a generar bienestar a Moquegua.

Recientemente, hubo una reunión entre la Sociedad Nacional de Minería y la ministra Alejandra Herrera. ¿Qué le parece este acercamiento que se está viendo entre el sector público y privado?

Creo que es importante. Parte de generar más confianza y conocernos, entendernos y empezar a ponernos en los zapatos del otro lado también, para ver cómo podemos trabajar mejor juntos.

Para finalizar, ¿cómo va a afectar la economía del país y cómo podría afectar a Quellaveco la caída del cobre, siendo este uno de los grandes proyectos?

El precio del cobre tiene un comportamiento cíclico. Sabemos que los precios de los metales siempre suben y bajan. Cada uno hace una proyección a lo largo de la vida de la mina para ver cómo irá comportándose el precio del cobre. Es imposible tener una bola de cristal para saber cómo irá. Pero definitivamente, las empresas toman precauciones, y de hecho, cuando los precios suben representan una oportunidad para el negocio y la región.